Se llaman “Los perejiles” porque “Somos perejiles, pero no tontos”.

Leandro, Mateo, Mauricio y Franco son cuatro amigos con Síndrome de Down entre 20 y 25 años de edad que querían lo mismo que otros jóvenes de su edad: tener un trabajo, ganar su propio dinero y conseguir cierta independencia y estabilidad sin depender de sus padres.

Pero no les resultó sencillo. Por más que buscasen trabajo las empresas siempre solían rechazarlos y aunque no se los dijeran a la cara, ellos sabían que era porque tienen Síndrome de Down.

Así que cansados de recibir rechazo tras rechazo, decidieron abrir su propio emprendimiento: Un servicio de catering de pizzería para pequeños eventos.

Los chicos se forman, hacen cursos de panadería, de cocina, pero una vez que terminan su formación, no consiguen nada. Nadie los contrata“, asegura Gabriela, mamá de Mateo a Infobae.

Fue ella quien los ayudó a comenzar el proyecto hace dos años. Proyecto que les resultó, mucho mejor de lo que hubiesen pensado; en un año lograron cubrir más de 200 eventos.

Los perejiles“, como se llama el emprendimiento, partió con los cuatro amigos y hoy en día son muchos más los que trabajan con ellos, siempre dependiendo del tamaño del evento y del lugar donde sea, porque incluso los han contactado desde otras ciudades.

Fue Leandro, quien actúa como coordinador del equipo, quien ideo el nombre de la empresa.

Quería algo que sonara gracioso. Y yo dije ‘¡Perejiles!’. Somos perejiles, pero no tontos“, Leandro López a Infobae.

El grupo se reparte los trabajos antes de cada evento, unos cortan el queso mientras otros se dedican a colocar la salsa de tomate sobre las masas. Con los preparativos listos, parten al lugar del evento, cocinan las pizzas y las comienzan a servir.

Y Los Perejiles son exitosos, no solo porque sean un grupo de chicos con Síndrome de Down quienes hacen las pizzas, sino que porque son deliciosas y el servicio que entregan los chicos es de excelente calidad.

Lo que se da es un trato más humanizado. No es solo ‘te sirvo la pizza’, sino que hay un diálogo. Parece una reunión de amigos. Si bien sabemos que es un trabajo y cumplimos las reglas, se da este ida y vuelta lindo entre el comensal y los chicos“.

Las personas, sin importar lo que parezca, son capaces de todo.

Fuente: Upsocl